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Mostrando entradas de octubre, 2019

ATENÁGORAS - oligarcas de ayer, de hoy y de siempre

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Atenágoras; año 416 ac‬‪: "Se dirá que la democracia no es ni inteligente ni equitativa y que aquellos que poseen el dinero son también los mejores para ejercer el poder con más acierto. Pero yo afirmo en primer lugar que se llama pueblo al conjunto de los ciudadanos, mientras que el término "oligarca" sólo designa una parte; después, que los ricos son los mejores guardianes del dinero, pero que para dar los mejores consejos tenemos a los inteligentes, y que para decidir lo mejor después de haber escuchado está la mayoría; estos elementos indistintamente, por separado o en conjunto, tienen una parte igual en la democracia. La oligarquía, en cambio, hace partícipe de los riesgos a la mayoría, pero respecto a los beneficios, no se limita a querer llevarse la mayor parte, sino que arrambla con todo y se lo queda."‬‪ Tucídides Libro VI – 39  Historia de la guerra del Peloponeso‬

DOLINA - El pensamiento oficial del mundo y sus opositores

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Este 17 de Octubre regalo a mis amigos la sugerencia de lectura de este viejo texto de Dolina.  La nota, que fue publicada en alguna revista Hum(r) del año '85 y que no estuvo incluida en sus Crónicas del Ángel Gris, la conservo recortada, dobladita y ajada entre las páginas también amarillentas de aquel hermoso libro.

CASTIÑEIRA DE DIOS - Volveré y seré millones

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EVA PERÓN dice, desde el Cielo "VOLVERÉ Y SERÉ MILLONES" Aunque la muerte me tiene presa entre sus cerrazones Yo volveré de la muerte, volveré y seré millones. Yo he de volver, como el día, para que el amor no muera, con Perón en mi bandera, con el pueblo en mi alegría. ¿Qué pasó en la tierra mía desgarrada de aflicciones? ¿Por qué están las ilusiones quebradas de mis hermanos? Cuando se junten sus manos volveré y seré millones. Pido un lugar en tu pecho y aunque lo tengo ya sé que me das lo que se ve: sólo un corazón deshecho. ¡Tanto es el mal que te han hecho, mi pueblo, con sus traiciones, que claman los corazones y me llaman y ya voy, desde la muerte en que estoy presa entre sus cerrazones. Tantos rostros, tanta pena, tanta espiga de dolor y la vida alrededor con su cepo de condena. Ya tu suerte me enajena, pueblo mío, y me sostiene sólo el amor con que viene tu llamado hasta mi ausencia; yo